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Estrabismo:
Situación en que los ojos de una persona no se mantienen coordinados mirando al mismo punto, la mirada, se dirige a un punto distinto del espacio.
Puede deberse a distintos tipos de disfunción, acomodativos, paralíticos, retraccionales ... y darse en todas etapas de la vida, congénitos, en el niño, en el adulto o en el anciano.
Cuando se presentan durante la primera infancia o son congénitos:
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No dan sintomatología visual subjetiva, pero alteran enormemente la percepción del entorno, y el desarrollo visual.
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Se pierde la visión binocular
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Pueden dar lugar a ambliopía (Ojo vago)
Cuando se presentan de forma sobrevenida en el adulto:
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Producen una gran alteración sensorial subjetiva.
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Superposición de las imágenes de uno y otro ojo (Confusión).
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DIPLOPIA (Visión doble).
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Alteración en la percepción de distancias y localización de los objetos en el espacio (Dismetría).
A estos síntomas se suman una gran distorsión de la autopercepción, autoestima, y de las relaciones personales en el entorno familiar y de amistad, y de perspectivas laborales. Su corrección no puede considerarse meramente estética, si no que tiene repercusiones tanto en la calidad visual como en la calidad de vida del paciente.
El tratamiento, a veces complejo, puede incluir, la corrección óptica, la utilización de prismas, la cirugía, las oclusiones y también la cirugía clásica o la toxina botulínica, no siendo excluyentes.
Según la dirección de la desviación se clasifican de forma simple:
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Estrabismo convergente o ENDOtropia o ESOtropia.
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Estrabismo divergente o EXOtropia
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Estrabismo Vertical o HIPERtropia o HIPOtropia dependiendo de si hablamos del ojo más alto o el más bajo. Este tipo de estrabismo suele ir acompañado de desviaciones de tipo torsional, que son menos evidentes, y muchas veces también de desviaciones horizontales asociadas.
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Pueden presentarse en una misma persona, desviaciones mixtas verticales y horizontales, e incluso contrarias según la dirección o la distancia de la mirada.